Siete productos que parecen sanos pero que no conviene meter en tu carrito de la compra
Surimi
Sin embargo, el surimi es carne procesada de pescado, y
todas las carnes procesadas deberían reducirse en nuestra dieta si
buscamos cuidar la salud, ya que por ser el resultado de un alto grado de
procesamiento pueden contener aditivos como nitritos y nitratos que perjudican
al organismo, así como exceso de sodio, azúcares añadidos y harinas
refinadas.
En reemplazo del surimi, una opción fácil para consumir pescado, lo mejor es acudir al atún al natural o en aceite de oliva, o bien, a otras opciones enlatadas como las sardinas o congeladas como pueden ser algunos mariscos o bien, el bacalao.
Fiambre de pechuga de pavo
La carne de pavo, sobre todo su pechuga, es una de las
más ricas en proteínas y bajas en grasas por lo tanto, se espera en
el fiambre de pechuga de pavo una calidad semejante, algo que dista
mucho de ser real debido a que ésta última opción es un alimento con
muchos añadidos industriales.
Es también una carne procesada y aunque posee proteínas
magras, incluye harinas refinadas en forma de almidón así como azúcares y
sodio en elevadas proporciones.
Aun el fiambre de pechuga de pavo "Libre" de
Campofrío posee más azúcares y sal que el fiambre de pechuga de pavo
tradicional.
En su reemplazo recomendamos acudir a pechuga de pavo o
de pollo fresca y cocinada que perfectamente se puede sumar a un bocadillo
o cortar en lonchas sin acudir a un fiambre de este tipo que incluso, suele
tener glutamato monosódico en su composición, un aditivo que se
usa para resaltar el sabor y que puede estimular nuestro apetito así como
ocasionar otros efectos adversos.
Cereales de desayuno estilo "fitness"
Sin embargo, las opciones "Fitness" de Nestlé así
como las "Special K" o "Kellness" de Kellogs suelen
esconder en su interior una gran cantidad de azúcar que va desde un
10% hasta un 25% en las opciones que añaden chocolate.
E incluso, poseen harinas refinadas en su composición,
siendo la gran mayoría de sus hidratos azúcares y almidón, por lo tanto,
recomendamos reducir su ingesta y en su reemplazo, acudir a cereales
naturales e integrales, no procesados ni envasados con notables y atractivas
etiquetas.
Así, con quinoa, amaranto, avena, germen de trigo y otras opciones más sanas podemos elaborar variedad de desayunos nutritivos aptos para dejar a un lado los cereales de desayuno comerciales.
Yogures desnatados y leches fermentadas de sabores
Aun los yogures bebibles o las leches fermentadas y enriquecidas del
estilo de Actimel pueden esconder más de un 10% de azúcares en su
composición siendo muchos de ellos añadidos industrialmente o no naturales como
se puede ver en su lista de ingredientes:
Leche desnatada rehidratada pasteurizada, leche parcialmente
desnatada pasteurizada, azúcar, zumos de frutas (2,1%) a partir de zumos
concentrados (piña, melocotón, naranja y fresa), glucosa, sólidos lácteos,
aroma natural, fermentos lácticos (fermentos de yogur y Lactobacillus casei
CNCM I-1518 también conocido como DN-114001, exclusivo de Danone) y vitaminas
(D y B6).
Por eso, en reemplazo de estos productos, lo mejor es acudir
a la leche fresca como tal o bien, siempre escoger yogures y leches fermentadas
sin sabor, naturales y sin azúcares añadidos en su composición.
Y recordemos que no nos debemos dejarnos engañar por la leyenda "enriquecidos" o "fortificados", pues si bien vende y atrae al consumidor, no siempre significa más saludable.
Batidos de frutas comerciales
La mayoría de ello poco tienen de fruta fresca y añaden
enormes cantidades de azúcar en su interior pudiendo superar los 40 gramos
por ración como lo muestra esta opción de Burger King.
También podemos encontrar batidos poco saciantes, a
base de puré de frutas únicamente y por ello, sin proteínas ni otros nutrientes
buenos más que el azúcar y algo de fibra de los ingredientes que poseen como es
el caso del smoothie de fresa y plátano de McDonalds.
Lo mejor es elaborar nuestros smoothies en casa, sin
añadir azúcares libres y escogiendo ingredientes de calidad o bien, consumir
la pieza de fruta entera que siempre es mejor alternativa.
Galletas ricas en fibra, light o enriquecidas
Aun las opciones light o reducidas en grasas
pueden esconder una elevada proporción de azúcares libres en su
composición, o bien, si se ha reducido su contenido de azúcares, pueden
esconder grasa de palma o grasas trans dos villanos más que
deberíamos evitar en nuestra dieta diaria.
Sea cual sea la opción de galleta comercial elegida, todas
tienen su semejante a la bollería industrial, por ello, deberíamos reemplazarlas
por galletas caseras, sin azúcares añadidos o bien, por tortitas
u otras preparaciones artesanales tales como pan integral por ejemplo.
Barritas de granola
Sin embargo, todas las barritas son concentradas
en calorías superando las 350 Kcal por cada 100 gramos y además, (excepto
las 0% azúcar), la mayoría posee una alta proporción de azúcares libres en
su composición.
Como si fuera poco, son opciones poco saciantes, pues
la cantidad de fibra por ración así como de proteínas suele ser reducida,
mientras que abundan las harinas refinadas o cereales no integrales junto al
azúcar.
Por ello, lo mejor que podemos hacer es reemplazarlas
por alteErnativas
caseras, a base de granos enteros y sin azúcares libres añadidos.
Estos son siete productos que parecen muy sanos pero
que en realidad pueden resultar engañosos y no deberíamos añadir a nuestro
carrito de la compra si buscamos comer mejor.