Bollería industrial

 

Bollería industrial  


La bollería industrial es un ultra procesado que deberíamos erradicar de la dieta por numerosos motivos, entre ellos su alto contenido en grasas de mala calidad y su elevado aporte calórico. Además, es rica en azúcares, que también debemos evitar porque incrementan la producción de insulina, que entre otras muchas cosas puede dar lugar a la caída del cabello. “Se ha demostrado que una de las consecuencias de la Covid-19 es que el cabello se cae, se rompe y se resquebraja, de manera que debemos evitar los alimentos que potencian la caída e incluir en la dieta otros que lo protegen”, explica Branco. La nutricionista recuerda que “los alimentos que contienen aminoácidos azufrados, como la metionina y la cisteína, son buenos para prevenir la caída del cabello”. Ambas se encuentran en la mayoría de productos de origen animal, desde la carne de pollo o de cerdo al atún, los huevos o el yogur.

Por último, Branco recuerda que tanto para prevenir como superar la Covid-19 es importante mantener unos buenos niveles de vitamina D. Según un estudio publicado por el Nacional Center of Biotecnología Información, el suplemento con altas dosis de vitamina D podría suponer una alternativa prometedora a la hora de prevenir o tratar la infección por Covid-19. Pese a que todavía se carece de suficiente evidencia científica que lo demuestre, todo indica, según el estudio, que “la vitamina D puede disminuir el riesgo de infecciones por diversos mecanismos, que incluyen el de participar en la integridad de una barrera física y mejorar la inmunidad innata celular y/o adaptativa”.

Esto significa que es básico mantener unos buenos niveles de vitamina D, que pese a que se encuentra presente en numerosos alimentos se consigue, sobre todo, a través de los rayos solares. Branco recomienda, por tanto, ponernos lo máximo posible al sol y, sobre todo, no suplementarla salvo que sea bajo prescripción médica. “No hay que olvidar que la vitamina D es liposoluble, lo que significa que a diferencia de las hidrosolubles no se elimina por la orina, de manera que un exceso puede resultar tóxico”, concluye la experta.